Carta del año 2024

Con el título “Enraizados en el don recibido, nuevo comienzo, nuevas llamadas”, la directora de la Institución Teresiana, Gregoria Ruiz, dirige sus letras a todos los miembros, colaboradores, amistades y personas que comparten el carisma de San Pedro Poveda. Se citan algunos párrafos seleccionados.

El precioso legado recibido del Padre Poveda ha dado –y sigue dando– frutos a través de su presencia evangelizadora allí donde se encuentran los miembros de la IT, llevando a cabo la misión: estar en el mundo sin ser del mundo y vivir como sal, levadura y luz.

Al igual que las olas después de correr hacia el punto más lejano posible de la orilla, deben volver a las profundidades para recobrar nuevas energías y fuerzas para lanzarse otra vez, con la libertad de un nuevo comienzo, también a nosotros nos hará bien si volvemos la vista a nuestros comienzos y anclamos de nuevo nuestra visión, nuestros planes y nuestras acciones en las razones esenciales de nuestro estar aquí.

Al comenzar el año 2024 esperamos y rezamos ardientemente por la paz, anhelando un mundo más humano en el que todas y cada una de las personas puedan vivir con dignidad, en paz y seguridad; y con comunidades y naciones coexistiendo pacíficamente en un desarrollo compartido y un bienestar colectivo.

 

El carisma, el don recibido del Espíritu Santo, se hace patente y visible en la sociedad cuando se refleja en comunidades, familias y grupos que tienen los mismos intereses, ideales y aspiraciones. Nuestra misión, como dice Poveda, es cooperar en la construcción del Reino de Dios en la historia. Este es el ideal y la aspiración que nos mueve como pueblo de Dios.

Compartir el carisma implica abrir nuestras comunidades y grupos a otros buscadores de sentido, de experiencia de compañerismo y fraternidad, de una plataforma que pueda contribuir al bien de la sociedad. Compartir el carisma, también implica invitar a nuestra familia, amigos, colegas a unir sus manos con nosotros en nuestros esfuerzos por contribuir a la construcción de un mundo más justo, inclusivo y humano.

  

Pedro Poveda confirmó de manera inequívoca el papel de María en la Institución Teresiana y en sus cien años de historia no cabe duda de que la mano amorosa de María la ha bendecido y guiado con predilección. La Institución Teresiana fue concebida bajo su mirada amorosa, y siempre la hemos contemplado como nuestro ideal e inspiración, protectora y guía.

Desde aquí se puede acceder a la Carta del año 2024 de la Directora de la Institución Teresiana en español, inglés, francés, italiano, portugués, catalán.